El Problema: Un Mal Diseño Instruccional

Grupo Editorial MTED

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El éxito o fracaso de un buen programa de entrenamiento, sobre todo si es para ser impartido en línea a distancia o semi presencial, es la pobreza en la definición de los objetivos, los contenidos y el proceso de ejecución de las acciones de enseñanza/aprendizaje, además posiblemente, de la poca preparación de los facilitadores o tutores. Todo esto se puede evitar con un buen diseño instruccional.

En el mundo del diseño instruccional, un error común que muchos profesionales cometen es no prestar suficiente atención a la calidad de la enseñanza. A menudo, las empresas y organizaciones se centran en la eficiencia y la economía, en lugar de en la calidad de la formación que están proporcionando. Esto puede resultar en un mal diseño instruccional, lo que puede llevar a problemas significativos en términos de retención de información, comprensión y aplicación de los conocimientos.

El diseño instruccional es un proceso fundamental en la creación de cursos efectivos, contenidos y actividades de evaluación de alta calidad, además de un correcto análisis y definición de herramientas que puedan mejorar significativamente el rendimiento de los estudiantes y evitar las frustraciones que experimentan los que participan en una jornada formativa mal planificada.

Foto de Amina Filkins: https://www.pexels.com/es-es

Vamos a explorar los problemas que surgen cuando se tiene un mal diseño instruccional y cómo se pueden evitar para mejorar el rendimiento de los estudiantes con los recursos que ahora nos ofrecen las nuevas tecnologías.

¿Qué es un mal diseño instruccional?

Un mal diseño instruccional se refiere a un proceso de planificación de cursos que no cumple con las necesidades y expectativas de los estudiantes. Esto puede ser causado por muchos factores, incluyendo falta de conocimientos técnicos, falta de comprensión de los objetivos del curso, o simplemente falta de atención a los detalles. Los efectos de un mal diseño instruccional pueden ser devastadores para el rendimiento de los estudiantes, y pueden incluso desmotivarlos y hacer que abandonen el curso.

Problemas específicos

Los problemas con un mal diseño instruccional pueden variar dependiendo del curso, pero algunos de los más comunes incluyen:

  1. Falta de objetivos claros: Cuando los objetivos del curso no están claros, los estudiantes pueden sentirse perdidos y desmotivados. Los objetivos deben ser claros, medibles y alcanzables.
  2. Falta de estructura: La falta de estructura puede hacer que los estudiantes se sientan confundidos y desorganizados. Un buen diseño debe tener una estructura clara y fácil de seguir.
  3. Contenido poco interesante: Si el contenido es aburrido o poco interesante, los estudiantes pueden perder la motivación y el interés. El contenido debe ser relevante y atractivo para los estudiantes.
  4. Falta de interacción: La falta de interacción entre estudiantes y profesores puede hacer que los estudiantes se sientan aislados y desmotivados. Los cursos deben tener suficientes oportunidades para la interacción y la retroalimentación.
Image by Robin Higgins from Pixabay

¿Cómo se puede evitar un mal diseño instruccional?

Para evitar un mal diseño instruccional, es fundamental seguir una serie de pasos y consideraciones que permitan diseñar una experiencia de aprendizaje efectiva y significativa para los estudiantes.

  1. En primer lugar, es necesario establecer objetivos claros y específicos para la instrucción, de manera que se pueda definir el contenido y las actividades que se van a desarrollar para lograr esos objetivos. Además, es importante que los objetivos estén alineados con las necesidades y características de los estudiantes.
  2. Otro aspecto que considerar es la selección adecuada de los materiales y recursos didácticos, que deben ser relevantes y significativos para los estudiantes y estar adaptados a su nivel y estilo de aprendizaje. Asimismo, es importante presentar los materiales de forma clara y organizada, con una estructura coherente y fácil de seguir.
  3. En cuanto a la metodología, se deben seleccionar y aplicar técnicas y estrategias de enseñanza que sean efectivas y motivadoras para los estudiantes, fomentando la participación activa y la colaboración entre ellos. Es fundamental también establecer un ritmo adecuado de aprendizaje, que permita a los estudiantes asimilar los contenidos sin sentirse abrumados o aburridos.
  4. Por último, es importante evaluar continuamente el proceso de enseñanza y aprendizaje, para poder identificar posibles problemas o dificultades y realizar los ajustes necesarios. La retroalimentación constante es fundamental para garantizar la efectividad y la calidad del diseño instruccional.

Foto de Andrea Piacquadio: Pexels

Resumiendo

En resumen, para evitar un mal diseño instruccional, es necesario establecer objetivos claros y específicos, seleccionar materiales y recursos adecuados, aplicar metodologías efectivas y motivadoras, establecer un ritmo adecuado de aprendizaje y evaluar continuamente el proceso. Con estas consideraciones, se puede lograr una experiencia de aprendizaje significativa y efectiva para los estudiantes.


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